jueves, 1 de octubre de 2015

Noche del Segundo Día. Quedan 36 horas.

Soy una personas que cree en las señales, pero por una vez en la vida decido no escucharlas.

Siempre he creído que la suerte no existe. Las cosas pasan por un motivo, por muy misterioso e improbable que parezca. El tema es que debería estar en un dilema.

Por una parte, me parece irónico que ahora que me voy, estar aquí parece mejor que nunca. Las circunstancias a mi alrededor hacen incluso agradable mi estancia en Jerez. Pero claro, supongo que sólo me fijo en lo que quiero fijarme, en lo bien que se estaría aquí, como si el universo intentara que me quedara aquí.

Pero por otra parte, este viaje es algo que he querido hacer desde que tengo uso de razón. Puede que me salga muy mal, soy consciente, pero es algo que tengo que hacer.


En este caso las dudas toman forma de lluvia, pero la lluvia nunca me ha detenido.

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