A unas simples horas del final, todavía no soy consciente de lo que va a pasar.
Como Link en el Majora's Mask, no me preocupa la cuenta atrás, pues con tocar una canción el Día Final se convierte en el primero, nunca llega a vivir los últimos momentos. Yo me siento igual, como si mañana fuera un día corriente y rutinario.
Quizás esa sea la clave, mañana es sólo un día más. Aunque la luna cubra todo el cielo. Aunque todos hayan huido de la cuidad. Aunque la batalla final sea inminente.
Estupenda merienda la de hoy.
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